miércoles, 21 de noviembre de 2012

Rubén Peña: el último proyecto de Djuckic




                                                                                                                   Edgar Palomo
 

El 11 de Noviembre pasado debutaba en Primera División con la elástica del Real Valladolid Rubén Peña, un jovencísimo futbolista de 21 años que ha pasado de disputar partidos en la Tercera División de nuestro fútbol con el Real Ávila, a jugar sus primeros minutos en la máxima categoría con el pucela. 
No es casualidad que el entrenador del conjunto blanquivioleta, Miroslav Djuckic, se haya fijado en este extremo abulense que actualmente tiene ficha del equipo filial. Desborde, regate, velocidad, capacidad de asociación y gol son las mejores virtudes de un jugador que desde muy pequeño comenzó a mostrar en los terrenos de juego de su ciudad natal.

Los técnicos del fútbol base abulense que le conocen cuentan que era un chaval «con mucho carácter que aprendió que con el trabajo semanal se puede llegar lejos», sus compañeros de equipo también mencionaban que «Desde alevines se le veía que tenía algo más que el resto».

Ya en la categoría Regional Juvenil sus 38 goles con el quipo abulense “Zona Norte” no fueron una casualidad, tantos que a la postre sirvieron para lograr el ascenso a la Nacional Juvenil y para intentar seguir su carrera deportiva en un club de más entidad como el equipo juvenil del Rayo Vallecano.

La aventura del pequeño ariete en el club de Vallecas no fue como esperaba y regresó a Ávila con la ilusión de seguir jugando. Ahí fue cuando el Real Ávila llamó a su puerta, aunque no con la intención de formar parte todavía de la primera plantilla, pues su momento debía esperar. «Apostó por sí mismo, por quedarse con nosotros, aunque sólo le ofrecíamos entrenar y colaborar con el Regional Juvenil» declaraba el entonces entrenador encarnado, José Manuel Manzano.

Poco a poco al igual que hace hoy con el Real Valladolid B, su trabajo, su esfuerzo y su sacrificio se hicieron notar y poco a poco se convirtió en una pieza clave e indispensable en el primer equipo del Real Ávila, tanto que se convirtió en el ídolo de la parroquia abulense.

Una vez concluida la fase de ascenso a Segunda División B donde el Ávila fue eliminado por el Barakaldo, (que posteriormente ascendería de categoría) y tras varios años en la entidad encarnada, se veía con claridad que la Tercera División se le “quedaba pequeña”. A partir de entonces, varios equipos se interesaron por el delantero, uno de ellos fue el CD Guijuelo que milita en 2º División B, otro fue el Sporting de Gijón. Sin embargo, “Peñita” aceptó irse al equipo filial del Real Valladolid, ya que quería sentirse cerca de su familia y a la vez poder estar en la cantera de un equipo de Primera División.

En el minuto 77 de la segunda parte debutó Rubén Peña con el Real Valladolid en Primera División contra el Valencia (ya debutó en Copa del Rey ante el Betis) sustituyendo a Alberto Bueno. Disfrutó de pocos minutos hasta el final del encuentro, pero para lo poco que jugó, la joven promesa demostró su velocidad, desborde y verticalidad por la banda derecha del conjunto de Miroslav Djuckic, “volviendo loco” al “improvisado” lateral valencianista Andrés Guardado.

Los comentaristas de Canal + Liga se deshicieron en elogios ante el canterano pucelano e incluso el diario AS en su crónica del lunes le puntuó con 2 picas a pesar de que sólo disputó apenas un cuarto de hora. La carrera en el fútbol de élite de este jugador no ha hecho más que empezar, es solo un primer paso, una aproximación, pero sobre todo es el ejemplo de un futbolista que demuestra que con sacrificio, trabajo e ilusión se pueden conseguir muchas cosas, no solo en el fútbol, sino también en la vida.

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