Edgar Palomo
Un día como hoy hace 13 años, un ciclista abulense nacido en la localidad de El Barraco y apodado "Chava Jiménez" ganaba por primera vez en la historia en lo alto del mítico puerto asturiano de El Angliru, una de las etapas reina de la Vuelta ciclista a España del año 1999.
Ha pasado mucho tiempo desde entonces, pero en la memoria de todos los amantes del deporte y concretamente del ciclismo siempre habrá un hueco para recordar a un corredor especial, uno de esos pocos ciclistas que daba espectáculo, que arriesgaba y que corría para el deleite de su gente.
Hoy en día ese tipo de profesionales del mundo del ciclismo han desaparecido, hemos disfrutado y vibrado en esta última edición de la Vuelta ciclista a España en numerosas etapas, con Contador,Valverde y"Purito" Rodríguez por encima del resto.
Sin embargo, todos ellos tienen la particular característica de que son líderes en sus respectivos equipos, en cambio "Chava" Jiménez nunca fue el líder del equipo Banesto. Sobre todo fue un ciclista currante y siempre estuvo a la sombra de Miguel Indurain y de Abraham Olano, pero eso a él no le importaba porque sabía que el aficionado le quería, le respetaba y le admiraba.
Sus grandes gestas (casi siempre en etapas de montaña como gran escalador que era) propiciaban que los aficionados españoles se reuniesen en los bares para ver y comentar las etapas de las grandes citas ciclistas (Tour de Francia y Vuelta a España sobre todo), costumbre que desgraciadamente ya se ha perdido. Tenía tanta importancia saber si "Chava" iba a atacar aquella tarde, que lo que hiciera el líder de la carrera en la general pasaba casi desapercibido.
Y eso fue lo que sucedió en aquella tarde de domingo de hace más de una década, cuando el gran corredor barraqueño a falta de 1 kilómetro dió caza, disputó y arrebató la cima del Angliru al corredor ruso Pavel Tonkov ante una climatología muy adversa. Ya que el frio y la lluvia hicieron acto de presencia, con lo que el asflato de la carretera no estaba en las mejores condiciones, sino más bien resbaladizo.
José María Jiménez Sastre, artista sin igual de la bicicleta, se empeñó en estrenar el palmarés del ya famoso puerto asturiano, pero por encima de todo se encargó de enamorar aún más los corazones de una gran legión de seguidores en un deporte tan sacrificado como lo es el ciclismo. ¡Grande Chava!
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